¿Mi perro puede sufrir problemas bucodentales?

¿Mi perro puede sufrir problemas bucodentales?

¿Mi perro puede sufrir problemas bucodentales?

Muchas de nuestras mascotas a partir de los 2-3 años de edad empiezan a sufrir problemas bucodentales, y en la mayoría de ocasiones no somos conscientes de este problema, hasta que la enfermedad está bastante avanzada. Es por este motivo que, en este artículo queremos informaros de cuáles son los factores que pueden provocar que vuestra mascota desarrolle este tipo de patologías. Además, coincidiendo con la campaña de limpiezas dentales que realizamos anualmente en nuestra clínica os queremos ofrecer toda la información y consejos que os puedan ser de utilidad.

Todos los animales acumulan restos de comida en los dientes de forma natural mientras comen. Estos restos serán procesados por las bacterias que habitan en la cavidad oral y formarán la placa dental, a medida que va progresando el acúmulo de placa, también irán evolucionando las enfermedades bucodentales.

Este proceso no ocurre de igual modo en todos los animales, siendo un proceso muy variable entre los individuos e incluso variar en un mismo individuo dependiendo de determinados factores. Es por este motivo, que empezaremos por explicaros cuales son los factores que pueden condicionar la aparición de este tipo de patologías:

¿Cuáles son los factores que pueden provocar que mi mascota tenga tendencia a los problemas bucodentales?

Primero de todo debemos pararnos a pensar en las causas más habituales que pueden provocar la acumulación de sarro en los dientes:

  • La raza: como muchos habréis podido observar, las enfermedades bucodentales afectan en mayor medida a perros de razas pequeñas (Yorkshire, Caniche, Pequinés, Maltés…) o razas que presentan una mala distribución odontológica, causada por una mala oclusión dental (sobre todo en razas con prognatismo como el Bulldog, Pequinés, Bóxer, Bullmasiff, etc.) o aquellas que tengan predisposición en conservar los dientes de leche (por ejemplo, Yorkshire, Maltés, Mini Pincher,…)
  • La edad: al tratarse de una enfermedad progresiva, va aumentando su incidencia con los años, es muy habitual encontrar perros o gatos que nunca han necesitado de una limpieza de boca, que cuando llegan a edades avanzadas (geriátricos y seniors) necesitan la realización de algún tratamiento.
  • Mala oclusión dental: como hemos comentado anteriormente una posición incorrecta de los dientes puede aumentar la acumulación de la placa bacteriana. Este problema puede deberse a la raza o a malformaciones aisladas en determinados individuos. Así como también, a que debido a la persistencia de los dientes de leche, los dientes definitivos se distribuyan incorrectamente en la boca provocando como resultado la mala oclusión, aumentando así, el riesgo de desarrollar acumulaciones de placa dental y sarro.
  • Determinadas enfermedades sistémicas: la diabetes, enfermedad renal, pénfigo vulgar, lupus eritematoso, ciertas enfermedades víricas, etc.
  • Alimentación: las dietas de mala calidad o blandas (latas, comida casera) y con mayor contenido en azúcares (golosinas y snacks) favorecen a que queden restos de comida en los dientes, que después serán fácilmente convertidos en placa dental por las bacterias que habitan en la cavidad oral.
  • Limpieza: Si mantenemos una constante limpieza de la boca de nuestra mascota retrasaremos la aparición de este tipo de problemas y enfermedades en gran medida.
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